Esta expresión de la sabiduría popular sería aplicable a nuestro país cuando además de los problemas de violencia y de la situación económica, estamos enfrentando otros problemas sociales a partir de los efectos del exceso de lluvia y tormentas eléctricas que han provocado inundaciones, deslaves y caídas de árboles y puentes. Problemas que demandan un acuerdo nacional y no las ofertas electorales facilistas y demagógicas.
Desde Loja se reportan el desbordamiento de los ríos Malacatos y Zamora, la destrucción de un puente y afectación a locales comerciales. En Guayaquil se reportó que un árbol se desprendió desde la raíz en Mapasingue oeste afectando a tres viviendas y en el centro de la ciudad se experimentó vientos más fuertes de lo común que provocaron caídas de ramas de los árboles.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) había anunciado que la provincia del Guayas experimentaría una radiación ultravioleta considerada como muy alta. Por lo que recomendó evitar exponerse entre las 10:00 y 15:00 horas, usar ropa larga, gorra, gafas y sombrilla. Se espera días con alta radiación solar, con lo cual se incrementará la temperatura del aire, tanto en la mañana como en la noche.
Según el mismo INAMHI este comportamiento se explica por la Oscilación Madden-Julian (MJO, por sus siglas en inglés) que se trata de una onda de bajas presiones que recorre todo el mundo en un periodo de 30 a 60 días. El fenómeno impacta tanto en el océano como en la atmósfera, que provoca días con lluvias fuertes seguidos de días sin lluvia o escasas precipitaciones con fuerte sol. Es decir, una situación climática que no está en posibilidad de ser evitada humanamente. Con todos estos efectos, es que nuestros abuelos decían que «tras cuernos palos» para explicar que si alguien sufre una infidelidad el colmo es que además sea castigada a palos por protestar, y es como a veces nos sentimos ante la situación que vive Ecuador.
Si ya tenemos problemas por la violencia del crimen organizado que afecta a la sociedad civil en diversas medidas, por la intimidación que sufren sectores de hogares, comercios e industrias; la corrupción que sigue campeando entre funcionarios públicos y políticos que debilita las instituciones democráticas, afectando la confianza de la sociedad en sus líderes y en el sistema de justicia; la desigualdad y movilidad social, porque la presencia del crimen organizado altera los factores de movilidad social, favoreciendo a individuos que utilizan la violencia y la intimidación, en lugar del mérito y la competencia justa; la penetración en sectores sociales del crimen organizado en sectores que tradicionalmente eran considerados seguros, como el deporte aficionado, la educación y la salud, afectando la calidad y la integridad de estos servicio; el impacto económico que afecta la economía local, perjudicando a las empresas legítimas y reduciendo las oportunidades de empleo y desarrollo económico para la población; y finalmente la erosión de valores por la «normalización» de prácticas ilegales y la presencia de líderes criminales en la vida cotidiana que erosionan los valores éticos y morales de la sociedad, promoviendo una cultura de ilegalidad y violencia. En resumen, el crimen organizado debilita las instituciones, genera inseguridad, altera la movilidad social, y afecta negativamente la economía y los valores de la sociedad civil. Si adicionalmente a estos males aún tenemos que soportar la inclemencia del clima, la situación no es nada halagadora. Para colmo, se conversa en estos días, que hace poco sufríamos de sequía que provocaron los apagones por falta de agua en las hidroeléctrica y ahora tenemos exceso de lluvia.
Pero además, esta realidad deberíamos tomarla para reflexionar si vamos en el camino correcto o si vamos en la dirección en la que terminemos sintiéndonos caídos y rendidos, a pesar de ser un pueblo que durante las dificultades, hemos sabido sacar tesón, disciplina, madurez y serenidad, para levantarnos y seguir orgullosamente adelante.
Pero en plena campaña electoral ¿qué estamos haciendo para llegar a un acuerdo nacional en el que todas las fuerzas políticas, económicas y sociales aporten a la armonía necesaria para garantizar que nuestro país salga adelante?
¿Qué podemos hacer para que exista seriedad en las promesas, sobre todo de la candidata correísta, Luisa González, de quien no sabemos si nada más ofrece lo incumplible, como por ejemplo reducir el IVA al 12% sólo para ganar las elecciones, a pesar de que en realidad si ganara las elecciones no tendría recursos para financiar el presupuesto de las obras sociales que ofrece adicionalmente, salvo que vuelvan a echar mano de las reservas monetarias o emitan dinero inorgánico. A esto es que nos referimos con el refrán «tras cuernos palos». EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO
@925forever, MARTES 11 DE MARZO DE 2025 Por Washington Delgado L.
Tras cuernos palo decían antiguamente para comentar los males que vienen tras otros males. Hoy tenemos estragos por exceso de lluvia, hace poco hubo sequía. Justo cuando Ecuador enfrenta polarización política. pic.twitter.com/bRekKKPVht
— Washington Delgado L (@wedelgado) March 11, 2025