El ataque fatal en la selva ecuatoriana
El viernes 9 de mayo de 2025, Ecuador fue escenario de un trágico ataque armado en la Amazonía. Un grupo de 80 militares de la Brigada de Selva 19 Napo fue emboscado mientras realizaban una operación para combatir la minería ilegal en el sector conocido como Alto Punino, ubicado en la provincia de Orellana. En este ataque, once militares perdieron la vida, lo que marcó una de las mayores tragedias en los últimos años dentro del conflicto armado interno del país.La Fiscalía General del Estado ha vinculado este ataque al grupo armado Comandos de la Frontera, una organización criminal que opera en las regiones fronterizas de Ecuador, especialmente en las áreas cercanas a Colombia. Este ataque ha encendido una alarma sobre el poder y la capacidad de este grupo, que continúa expandiendo su influencia en la región.
¿Quiénes son los Comandos de la Frontera?
Los Comandos de la Frontera son un grupo armado ilegal originado en las disidencias de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), un movimiento guerrillero colombiano que se negó a deponer las armas tras la firma del acuerdo de paz en 2016. Estos grupos disidentes, que continúan operando en Colombia, han establecido campamentos ilegales en ambos lados de la frontera entre Colombia y Ecuador, utilizando la selva amazónica como refugio para sus operaciones.
El principal objetivo de los Comandos de la Frontera es controlar actividades ilícitas como el narcotráfico, la minería ilegal, la trata de personas y el tráfico de armas. El grupo ha logrado tomar el control de varios territorios estratégicos, donde ejercen su dominio mediante extorsiones, violencia y amenazas. Su poderío militar es considerable, ya que poseen armamento sofisticado y tácticas de guerrilla que les permiten operar con efectividad en zonas de difícil acceso.
Expansión y control territorial en Ecuador
Los Comandos de la Frontera no solo operan en Colombia, sino que han logrado expandir su influencia en territorio ecuatoriano, particularmente en las zonas fronterizas de las provincias de Sucumbíos, Napo y Orellana. En estos lugares, el grupo se ha infiltrado en actividades de minería ilegal, un sector económico con altos rendimientos en oro y otros minerales.
El Alto Punino, el lugar donde ocurrió el ataque mortal a los militares, es un área con importantes yacimientos de oro. Esta región ha sido un foco de conflicto entre las autoridades ecuatorianas y los grupos armados ilegales, ya que las minas ilegales son controladas por estos grupos, que imponen extorsiones a los mineros y se benefician de los recursos naturales de manera ilegal.
El control de los ríos amazónicos y de las rutas fluviales también ha permitido a los Comandos de la Frontera mover armas, drogas y personas a través de los territorios fronterizos. Estas rutas son clave para el narcotráfico, ya que conectan Ecuador con Colombia y Perú, extendiéndose hacia Brasil.
Modus operandi de los Comandos de la Frontera
Los Comandos de la Frontera operan bajo un modus operandi de guerrilla, empleando tácticas de emboscadas, ataques sorpresivos y secuestros. Son conocidos por utilizar explosivos improvisados (IEDs) y armas de fuego de alto calibre, lo que les da una ventaja en la lucha contra las fuerzas de seguridad.
Además, estos grupos suelen operar en células móviles que se desplazan constantemente por la selva. Esto dificulta las labores de inteligencia militar y las operaciones de recuperación de territorios por parte del Estado. La capacidad de los Comandos de la Frontera para infiltrarse en comunidades locales y ganarse la lealtad de ciertos sectores sociales también ha sido un factor clave en su éxito.
El narcotráfico y el crimen organizado como fuentes de poder
El narcotráfico juega un papel crucial en la financiación de los Comandos de la Frontera. Los recursos generados a través de cultivos ilícitos de coca en Colombia y el transporte de cocaína a través de Ecuador han permitido al grupo expandir su infraestructura. Estos ingresos ilícitos no solo permiten la compra de armamento, sino también el pago de sobornos a funcionarios corruptos y la cooptación de comunidades vulnerables.
El control de las rutas fluviales y los campamentos ilegales en la selva amazónica también facilita el tráfico de drogas, armas y personas, lo que refuerza aún más su red criminal. Estos grupos se benefician del narcotráfico transnacional, que conecta a Colombia, Perú, Brasil y México.
La respuesta del Estado ecuatoriano
El gobierno ecuatoriano ha respondido con una fuerza militar considerable ante la creciente amenaza de los Comandos de la Frontera. Se han llevado a cabo operativos conjuntos con las fuerzas armadas colombianas, con el objetivo de desmantelar las redes de narcotráfico y erradicar la minería ilegal. Además, la Fiscalía General del Estado ha intensificado sus esfuerzos para investigar y procesar a los miembros de estos grupos.
La alianza con Colombia ha sido fundamental para el éxito de estas operaciones, dado que las actividades de los Comandos de la Frontera trascienden las fronteras nacionales. La cooperación internacional en temas de seguridad, inteligencia y narcotráfico se ha incrementado como una respuesta necesaria ante el desafío que representan.
#ATENCIÓN / El Ejército emitió un comunicado tras el asesinato de 11 militares en Orellana. En el documento mencionan que los uniformados fueron emboscados y atacados la mañana de este viernes 9 de mayo.
— Radio Forever (@925forever) May 10, 2025
"No descansaremos hasta que los responsables sean juzgados ante la ley y… pic.twitter.com/D9o6iFyTRk
