Sobre el hombre y la naturaleza: Dice el Génesis: «El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén para que lo trabajara y lo guardara» (Gén 2,15).
Ahora que estamos viviendo graves problemas climáticos en el Ecuador, debemos reflexionar sobre qué hemos trabajado y guardado para que la naturaleza sea favorable.
En el mundo entero ha adquirido más fuerza la reflexión sobre el uso que se le ha dado a la naturaleza para que hoy no se pueda ni siquiera predecir las condiciones del clima.
Vemos cómo en Europa varios países están sufriendo inundaciones mientras otros, como en Latinoamérica estamos sufriendo incendios por la sequía.
Ecuador hoy padece de razonamientos de energía eléctrica. ¿Qué hemos trabajado para que no sean necesarios los apagones?
La historia reciente registra que el 9 de julio de 2007, mediante Decreto Ejecutivo Nº 475, el Gobierno de Rafael Correa dividió el Ministerio de Energía y Minas en dos: el Ministerio de Minas y Petróleos y el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable (MEER). A la vez, en la nueva La Constitución se incluyó artículo 313 que establece el monopolio estatal en las zonas estratégicas y el 413 «El Estado promoverá la eficiencia energética, el desarrollo y uso de prácticas y tecnologías ambientalmente limpias y sanas, así como de energías renovables, diversificadas, de bajo impacto y que no pongan en riesgo la soberanía alimentaria, el equilibrio ecológico de los ecosistemas ni el derecho al agua».
A partir de ese tiempo y con esas normativas Ecuador se llenó de optimismo y se llegó a decir que «Ecuador tenía la matriz energética más grande del mundo» y que comenzaríamos a exportar electricidad incluso a Colombia que hasta ese momento nos abastecía de electricidad, como lo hace hasta el momento.
Entre 2007 y 2017 se construyeron 14 hidroeléctricas, pero con financiamiento y tecnología de la China especialmente. Se construyeron 14 hidroeléctricas: San Francisco, Mazar, Ocaña, Baba, Manduriacu, Alazán, Sopladora, Coca Codo Sinclair, Minas San Francisco, Delsitanisagua, Due, Normandía, Topo y Sigchos.
Pero no todas están operando al 100%, no por solo culpa de la sequía, sino por fallas de construcción como Coca Codo Sinclar que de 1.500 MV llega máximo al 50%, dentro de un marco de incertidumbre por las paralizaciones necesarias para mantenimiento, también sale de operar cuando suben los sedimentos del río Coca, lodo y otros materiales que pueden dañar las turbinas y con el riesgo de una paralización total por la erosión regresiva que ya está a pocos kilómetros de la central.
Otras centrales como el Complejo Toachi Pilatón o Quijos no han podido entrar en operación debido a fallas en la construcción de las obras civiles. Ambas llevan casi 13 años de construcción.
Mientras tanto, la demanda de electricidad sigue creciendo. En 2021 y 2022, el consumo de electricidad creció al 4% anual, mientras caía la producción. Llegando a 25.724 gigavatios por hora en 2023; esto es, un aumento de 7% respecto del año previo. Eso llevó a que crezca el déficit de electricidad. En 2023, el déficit fue de 465 megavatios y para 2024 ya está estimado en 1.080 megavatios.
A estas alturas se puede ver que se cometió un error por el optimismo con el que se diseño la matriz energética, al eliminar prácticamente el parque termoeléctrico, dejándolo caer en obsolescencia y al no darle mantenimiento, en parte por desidia o descuido, pero sobre todo por falta de recursos al quedar el Estado endeudado en el 2017, más allá de sus capacidades de pago. Y peor con la caída del precio del petróleo desde 2014. Otro error de previsión cometido.
Aunque el costo de producción con combustible es caro, sin embargo su producción en manejable y no depende del clima como es el caso del agua. Su producción puede ser permanente o contingente.
Ecuador debe tomar decisiones de largo plazo, cambiando la matriz energética y permitiendo la inversión privada en condiciones adecuadas que garanticen su recuperación y rentabilidad razonable y controlada.
Según el Gobierno, el país vive la peor sequía en 61 años. Y su recuperación se estima hasta febrero o marzo del 2025.
EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO, MARTES 24 DE SEPTIEMBRE DE 2024
Por: Washington Delgado L.
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