Sabíamos que debía haber algo más oscuro atrás de los casos Metástasis, Purga y Plaga para que se hayan dado, pero no nos imaginamos la dimensión de los delitos como los que descubre el caso Pantalla con su creador y protagonista principal, Wilma Terán. Quien con sus delitos da origen a la impunidad y al manejo de la Función Judicial con propósitos malsanos que tanto daño le han hecho al país.
Cuando pensábamos que Ecuador había tocado fondo con los casos denunciados, hoy se descubre sus raíces en las acciones del maquinador, creador y protagonista principal de tanto delito para tomarse la Función Judicial, Wilman Terán, alias «Diablo», quien demuestra con su actuación una estructura mental única y extremadamente malsana para pretender apoderarse a su antojo de la Función Judicial y en su sueño fantasioso aspirar a ser Presidente de la República, sueño que sólo en su mente alterada pudo darse.
Bastaría considerar que su plan para apoderase de la Función Judicial parte de una pregunta que le planteaba a sus colaboradores conceptualmente, según uno de ellos: «¿Si Gustavo Jalkh lo pudo hacer, por qué no lo puedo hacer yo? Pero además, según sus cuatro excolaboradores, hoy testigos de cargo, Terán conformó una estructura delictiva con «Los ángeles negros», asesores jurídicos y comunicacionales; los «ángeles blancos» con activistas de derechos humanos y ambientales que le ponían a disposición a ciudadanos para apoyarlo en los mítines y apariciones públicas; los trol center para promocionarlo y para atacar a sus oponentes, entre ellos a la Fiscal Diana Salazar; y, para colmo, un grupo de elementos armados para intimidar aún a sus propios colaboradores.
Según la Fiscalía, Terán buscó influir en el sistema de justicia ecuatoriano mediante “organizaciones delictivas” o “empresas criminales” hechas evidentes en los casos Metástasis, Independencia Judicial, Purga y Plaga. Según la Fiscalía General del Estado en la reformulación de cargos del caso Pantalla, que inicialmente desde septiembre 2024 investigaba el delito de «tráfico de influencias» contra los cuatro excolaboradores del Consejo de la Judicatura, y que luego deciden hacer declaraciones abreviadas informando los delitos de Terán, pasó al cargo de «asociación ilícita».
Ellos denuncian que Wilman Terán acomodó el concurso de jueces y conjueces para tres objetivos: que gane el concurso de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) la exjueza Anabell de Jesús T.C., quien luego debía optar por la presidencia de ese organismo; ocupar la mayor cantidad de plazas nacionales de jueces con gente bajo sus órdenes y control; y pagar favores políticos. De tal manera que este caso ahora es contra Wilman Terán, Milton Fabricio H. M., Santiago Paúl C. C., Juan Carlos E. R. y David Alejandro G. C., exasesores de Terán; la exjueza de Santo Domingo de los Tsáchilas Anabell de Jesús T. C.
Según el fiscal general subrogante Wilson Toainga, ha existido una “confluencia de voluntades de asociarse para emprender el camino hacia el control total de la CNJ del Ecuador, influyendo en el concurso destinado a designar a sus ocupantes y procurando como ganadores a postulantes cuyos méritos no eran los idóneos para ocupar la más alta magistratura del país”.
Es tanta la indignación que causa enterarse de las maquinaciones diabólicas de Terán, que únicamente para graficar transcribo una de ellas narrada por Alex Palacios, otro excolaborador de Terán, quien fue procesado en el caso Metástasis y sentenciado a 15 meses de prisión por acogerse a las figuras de procedimiento abreviado y cooperación eficaz.
Palacios aseguró que el concurso para la designación de jueces nacionales “estaba totalmente arreglado”, e incluso mencionó que antes que concluyera ya se había repartido el número de jueces entre quienes hacían la mayoría en el Consejo de la Judicatura: tres cupos de jueces para el presidente Wilman Terán, dos cupos para la entonces vocal Maribel Barreno y dos para el vocal titular Xavier Muñoz.
Textualmente dijo Palacios, según la prensa nacional: “Estaba ya totalmente arreglado el concurso, que ya tenía sus candidatos. Dentro del concurso de jueces se produce un hecho bastante insólito. Si bien es cierto el director general (del CJ) tenía la potestad de poder modificar el cronograma, pero él no podía llamar a un nuevo examen de confianza.
Les voy a contar por qué se llama a un nuevo examen de confianza optativo, el cual podía dejar sin efecto el otro examen anterior: ¿Por qué sucedió esto? Porque la jueza de Santo Domingo (de los Tsáchilas) Anabel Torres tenía que ser jueza nacional. Ella tenía que ser la ganadora del concurso porque ese era el ofrecimiento de Wilman Terán y también ya tenía el ofrecimiento de que ella iba a ser la presidenta de la CNJ”, afirmó.
Para lograr su objetivo, se apoyaba a los candidatos escogidos por Terán, se les permitía cambiar el estado de sistema de postulación para modificar documentos, se incrementaron puntajes, se realizó un segundo examen para mejorar la calificación. Se llegó a amenazas y beneficios para los amigos, uso de panfletos enviados por el mismo Terán para probar la lealtad. Como ejemplo, consta la una amenaza en la que se le exigía a Santiago Cifuentes dejar de asesorar a Terán, pero luego el mismo Terán le dijo que él se lo había enviado para probarlo.
Cifuentes testimonió que en un examen, él se lo hizo a Anabell T. Mientras ella fingía que escribían en el computador. El trabajo planificado y dirigido por Terán y aplicado por sus excolaboradores comenzaba por ejercer influencias en funcionarios jerárquicamente inferiores en el Consejo de la Judicatura para obtener información privilegiada y beneficiar a los concursantes afines.
Los concursantes escogidos por Terán no tenían la calificación adecuada durante el proceso, pero según la investigación, afirmó Toainga: “La presencia reiterada de una pluralidad de conductas que van desde el tráfico de influencias hasta la divulgación de información de carácter reservado, e incluso posibles tentativas de vulneración de sistemas informáticos del Consejo de la Judicatura, permite advertir una evidente agrupación de personas cuyas voluntades se confluyen en una clara intención de asociarse para cometer varios delitos que son sancionados con penas menores a cinco años”.
Si este resumen de los delitos de Terán nos causa repugnancia, imagínese usted amigo y amiga lo que se siente al leer todas las declaraciones de los cuatro excolaboradores de este personaje sobre el que debe caer todo el peso de la justicia por los daños que ha provocado a la sociedad ecuatoriana.
EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO, MIÉRCOLES 4 DE DICIEMBRE DE 2024.
Por: Washington Delgado L.
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