Para analizar el debate presidencial de ayer debemos preguntarnos si aportó al mejoramiento de la democracia ecuatoriana.
El resultado no es del todo positivo, posiblemente por la cantidad de participantes que no permite un formato con suficiente tiempo para argumentar y cumplir con el concepto de debate. Pero fundamentalmente porque la mayoría equivocó su estrategia al personalizar en Noboa y Correa la campaña negativa contra ellos sin aprovechar el espacio para responder las preguntas planteadas y sus propios argumentos.
En resumen podríamos decir que el debate no aportó para cambiar la posición del tablero político. Considero que Daniel Noboa mantuvo su primer lugar y Luisa González el segundo dejando muy distante al resto de participantes. Excepción hecha de Andrea González que destacó en el segundo grupo y superando a varios del primer grupo.
Como he dicho ya , una primera dificultad para aprovechar mejor el debate es la dificultad de la cantidad de contendientes. Factor que no permite cumplir el concepto que dice: «El debate es una forma de discusión formal y organizada que se caracteriza por el intercambio argumentado de ideas y/o puntos de vista entre dos o más personas con posiciones opuestas sobre un tema determinado (Centro de escritura académica y pensamiento crítico, 2015, chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://cuaed.unam.mx/publicaciones/libro-evaluacion/pdf/Capitulo-33-DEBATE.pdf).
El segundo punto a destacar, entonces, es responder si el esfuerzo de los organizadores cumplió el objetivo de permitir a los electores clarificar la opción electoral meditando a fondo el voto. Sobre lo que no será fácil establecer una respuesta contundente, porque seguramente algún porcentaje de los electores si tomó en consideración las respuestas para decidir su voto. Como para que cambie su posición el 9,9% de los que han decidido votar nulo y el 13,9% que aún no lo sabían entre el 8 al 11 de enero, según encuesta de Comunicaliza. Habrá que actualizar este dato en esta semana para ver si hubo algún cambio.
En base a los dos temas anteriores, como tercer punto de análisis, creo que con pequeños porcentajes de cambio, el tablero mantiene a Daniel Noboa en primer lugar con 36,1% y a Luisa González en segundo lugar con el 33%. Datos que con el más menos 1,35% de error muestral y el 95% de confianza de la encuesta, científicamente hablando, la posición de ambos candidatos a mi parecer se mantiene igual.
Como cuarto punto, ya entrando en materia del debate en sí, opino que los temas y las preguntas finalmente no cumplieron su objetivo de auscultar la posición ideológica y electoral. Si bien en teoría atacaban los problemas más acuciantes: (1) Seguridad y prevención del Crimen; (2) Eficiencia del Estado y servicios públicos; y (3) Crecimiento económico y generación de empleo, en ambos grupos se planteaba una pregunta específica, pero los candidatos no la respondían, sino el tema en general, incluso algunos, como Luisa González leyendo un escrito ya preparado por sus asesores previamente.
Por ejemplo, en el primer grupo en el tema de «Seguridad y prevención del Crimen», se preguntó específicamente si estaban de acuerdo con juzgar como adultos a los adolescentes en crímenes graves. En su mayoría los «debatientes» no respondieron si estaban o no de acuerdo con esta medida. Los candidatos se desviaron hacia la crítica al actual gobierno, a los chicos de las Malvinas, a los temas militares y policiales, pero no quedó en claro si alguno iba a favor o en contra de juzgar a los adolescentes como se juzga a los adultos.
Un quinto factor, precisamente es que en el primer y segundo grupo las exposiciones eran contra Daniel Noboa, quien en el primer grupo intervenía al final y concluía el tema dando una especie de cátedra informando e instruyendo qué y cómo hacerlo, porque ya lo había hecho o porque estaba por hacerlo. En el tema de las cárceles en barcazas que le planteó Luisa González, me parece que era intrascendente decirle que no cumplió cuando ya es conocido que cambió el plan y ya está construyendo dos cárceles en tierra.
Un sexto factor es que algunos participantes aprovecharon para hacer campaña respondiendo de manera general sin que los moderadores intervinieran para que se respete el tema, lo que más que debate eran discursos de campaña proselitista. Jorge Escala, por ejemplo, en materia económica ofrecía reducir impuestos mientras agregaba nuevas ofertas sociales que requieren recursos; sin explicar las fuentes de financiamiento salvo cobrar impuestos a los millonarios, evasores y no pagar la deuda al Fondo Monetario Internacional. Guardando las distancias, me pareció escuchar a Rafael Correa en el 2006 con la diferencia que el petróleo comenzó a crecer en su precio por barril, algo que al momento y en el futuro cercano será muy difícil repetir.
Finalmente, un séptimo factor es el hecho que Luisa González, tratando de restar votos a Noboa, en varias ocasiones se refirió a su gestión, quizá siguiendo un libreto, que incluso lo tenía por escrito y se dedicó a leerlo a diferencia de las exposiciones del resto de los 16 candidatos. Parecía repetir lo mismo de los discursos comunes.
Sin responder los cuestionamientos de Andrea González, por ejemplo también, quien le planteó varias veces la acusación de ser ellos, Revolución Ciudadana, quienes habían provocado los problemas que hoy enfrentamos, lo cual le quitaba piso y es justamente el desafío que tiene Luisa González de absorber lo que el correísmo hizo en varias materias negativas, incluyendo la corrupción.
Fue evidente que evadió varios cuestionamientos de manera no tan hábil como no responderle a Iván Saquicela de cómo liberará a Glas y Correa, respondiendo que Saquicela es responsable de la libertad de «rasquiña»; respondiendo así a la misma pregunta planteada por dos veces.
Destacable de manera relativa es el hecho de que Leónidas Iza por primera vez fue visto participando en un acto democrático y no en revueltas incendiarias.
Y como último y octavo elemento a destacar, es la posibilidad que tendrán el resto de candidatos, no sé si en esta contienda, pero para próximas elecciones dividiéndolos en dos grupos: en el primero tendrán que superar sus propios antecedentes y los de sus partidos que los auspician sin mayor impacto, en el que tenemos a Henry Kronfle, Henry Cucalón, Leonidas Iza, Carlos Rabascall, Jorge Escala, Iván Saquicela, Víctor Araus, Pedro Granja y Jimmy Jairala.
Pero hay un segundo grupo sin mayores antecedentes que podría haber destacado en positivo ayer, comenzando con Andrea González, Luis Felipe Tillería, Juan Iván Cueva, Francesco Tabachi y Wilson Gómez.
Estaremos atentos a mayores detalles del postdebate y si surge alguna sorpresa hasta el 9 de febrero de 2025.
EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO, LUNES 20 DE ENERO DE 2025.
Por: Washington Delgado L.
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