La «tercera ley fundamental de la estupidez humana», según Carlo M. Cipolla, aclara explícitamente que: «Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio».
Actitud que es muy común en las decisiones políticas cuando se trata de menoscabar la labor o las propuestas de los rivales, que no sólo se limitan a desprestigiarlos en las campañas electorales negativas en contra de los contendientes, sino en la destrucción de cualquier idea con tal de que los méritos no favorezcan al otro cuando ya están ejerciendo algún cargo público, aunque oponerse perjudique a la población e inclusive a ellos mismos al quedar hasta en el ridículo ante los electores.
La investigación que hice sobre este tema surgió de la entrevista a David Rico, consultor político venezolano-español, sobre los actos de Nicolás Maduro y de sus cercanos que paulatinamente siguen destruyendo a la sociedad venezolana. Pero que también se replica en otras zonas de Latinoamérica.
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, estupidez es la «torpeza notable en comprender las cosas. Por lo que el estúpido está definido como «Necio, falto de inteligencia».
Posiblemente Cipolla es duro al tratar este tema en su ensayo, pero en sus cinco leyes fundamentales de la estupidez, explica que confirman nuestros peores temores: las personas estúpidas pueden gobernar el mundo y de hecho lo hacen. Por lo que él intenta prevenir.
En su presentación dice que «A lo largo de la historia, una fuerza poderosa ha obstaculizado el crecimiento del bienestar y la felicidad humanos. Es más poderoso que la mafia o el ejército. Tiene efectos catastróficos globales y se puede encontrar en cualquier lugar, desde las salas de juntas más poderosas del mundo hasta su bar local. Es la estupidez humana».
Carlo M. Cipolla, es un destacado profesor de historia económica en la Universidad de California en Berkeley, que al escribir este libro de vital importancia lo hace con el fin de detectar y neutralizar su amenaza que sufre la sociedad. En parte es un tanto hilarante, pero mayormente muy serio. Su objetivo es enfrentarlas realidades políticas.
Para redondear el tema, comparto las cinco leyes fundamentales de la estupidez como las define el autor: 1. Todo el mundo subestima el número de individuos estúpidos entre nosotros. 2. La probabilidad de que una determinada persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona. 3. Una persona estúpida es una persona que causa pérdidas a otra persona sin obtener ninguna ganancia e incluso posiblemente incurriendo en pérdidas ellos mismos. 4. Las personas no estúpidas siempre subestiman el poder dañino de los individuos estúpidos. 5. Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa.
Nos toca, en consecuencia, analizar los comportamientos de nuestros políticos a la luz de esta visión para entender y evitar sobre todo lo fallos de la política.
EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO, LUNES 23 DE SEPTIEMBRE DE 2024
Por: Washington Delgado L.
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