La política ecuatoriana en el siglo XXI continúa en busca de la madurez y estabilidad entre los vaivenes partidistas desde que somos República. Tal como lo demuestra la posibilidad de “canjearse” el tratamiento de los cinco proyectos de ley enviados por el Ejecutivo a cambio de satisfacer el interés de Revolución Ciudadana para «evitar o al menos ablandar la sanción que podría recibir la legisladora Pamela Aguirre», según informa el diario El Universo, de acuerdo a «lo que ha trascendido de las conversaciones políticas entre los coordinadores de las bancadas y el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Kronfle».
De confirmarse este «canje político», estaríamos en un nuevo caso en que el gobernante de turno debe negociar con otros partidos para poder ejercer el poder ejecutivo renunciando a los valores y principios que deben conducir a un país hacia un verdadero desarrollo humano y material. Porque las negociaciones de los valores democráticos a vista y paciencia de los ciudadanos y en ocasiones entre «gallos y medianoche» como se suele decir dañan mucho más la personalidad política que es tan necesaria para el progreso.
Pero esto no es nuevo, porque nuestro país ha pasado por lo mismo en la mayoría del tiempo durante los 194 años de ser república desde el 13 de mayo de 1830. Fecha en la que Ecuador se separó de la Gran Colombia. En estos años se han sucedido 113 presidencias, con un promedio de 1,7 años de gobierno debido a los vaivenes e inestabilidad política de los que ejercen el poder los partidos y movimientos políticos, ya sea en el Parlamento o desde Carondelet.
Del análisis de la clasificación de las 113 presidencias, los gobiernos elegidos y adoptados por los políticos se han dado en 87 ocasiones de las 113 presidencias. Es decir en el 76,9% de los casos. Destacan las 29 veces que un presidente fue elegido con una Convención, Asamblea o Congreso; los 29 presidentes interinos que asumieron el cargo luego de una ruptura democrática y los 22 jefes supremos que se tomaron el poder por propia voluntad o por alguna revolución. Se incluyen también: 3 Juntas Civiles del siglo XIX y 2 Juntas Militares del siglo XX.
De las 113 presidencia, el pueblo ha ejercido su voluntad mediante el ejercicio democrático del voto sólo en 26 ocasiones; es decir, en el 23% de las nominaciones presidenciales. Así, el poder político encargado por el pueblo mediante su participación en las urnas abarcó un período acumulado de 73 años, es decir tan sólo el 37,6% de los 194 años de república. Por diferencia se establece que en el 62,4% del tiempo restante el poder Ejecutivo ha sido ejercido por gobernantes no elegidos por el pueblo en las urnas, sino por quienes tomaron el poder en su nombre, pero sin su aprobación.
Y para colmo de males, de los 26 presidentes elegidos en las urnas sólo 11 han concluido su mandato de cuatro años para el que fueron nombrados. Incluyendo en los 15 presidencias que no terminaron el período para el que fueron electas, lo cinco que no lo hicieron en el actual período democrático que comenzó en el año 1979.
La lista de los que no concluyeron su mandato están Jaime Roldós (por fallecimiento en un accidente aéreo), Abdalá Bucarám, Yamil Mahuad, Lucio Gutiérrez y Guillermo Lasso. Con lo que serían cinco presidentes de los once elegidos en las urnas en el último período democrático desde el año 1979. Para concluir este análisis, debemos recordar que algunos politólogos manifiestan que este país es ingobernable. ¿Será acaso por la inestabilidad e inmadurez política según los resultados que aquí hemos analizado? EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO
@925forever, VIERNES 17 DE MAYO DE 2024 Por Washington Delgado L.
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