La economía ecuatoriana se encuentra en recesión, según informe del Banco Central del Ecuador

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La economía ecuatoriana se encuentra en recesión, según informe del Banco Central del Ecuador

La economía ecuatoriana se encuentra en recesión, según informe del Banco Central del Ecuador (BCE). Lo que no es fácil de resolver sin tomar medidas estructurales y que los precandidatos a la Presidencia de la República deben conocer y decir con la verdad cómo lo van a resolver. Porque no es novedad para los ciudadanos y empresarios que sienten la caída del consumo familiar y de facturación, respectivamente.

La metodología del BCE únicamente confirma de manera oficial lo que se siente en el mercado hace varios meses. La contracción se viene dando desde el cuarto trimestre del 2022, hasta llegar al primer trimestre de este año con un crecimiento negativo de -0,4% en el Producto Interno Bruto (PIB). El gasto del Gobierno cayó al -0,3%, las exportaciones al -0,5%, el consumo de hogares en -1,1% y las inversiones en -1,3%.

Ya en el mes de abril, el Banco Mundial (BM) advirtió que la inseguridad por el crimen organizado, la caída de la producción de petróleo, los problemas del clima y la inestabilidad política tenía influencia negativa contra la economía.

De otro lado, ha sido claro que el actual Gobierno se ha manejado con un fuerte déficit fiscal de $4.800 millones del 2023, más los $5.000 millones estimados para el 2024, y con la necesidad de financiamiento por $10.900 millones.

También se debe tener en cuenta la influencia de la elevación del IVA del 12% al 15%, el impuesto a la salida de divisas (ISD) que volvió al 5%, los impuestos adicionales a las empresas y a la banca, más la reducción del subsidio a la gasolina extra y ecopaís.

Todos egresos del ciudadano que resta dinero del circulante. Más la caída del precio del petróleo y los efectos del COVID-19 que aún se mantienen en determinados sectores industriales y comerciales.

El país requiere recuperar la confianza de los mercados de capitales para nueva deuda a intereses aceptables sin considerar que es necesario tomar otras medidas estructurales para reducir el gasto estatal, a pesar de su impacto adicional a la economía, para no depender del petróleo cuyos precios han caído más la reducción de por lo menos $1.200 millones anuales que habrán de ser restados de los ingresos por la decisión del referéndum para dejar de extraer petróleo del parque nacional Yasuní.

A esto debemos agregar la falta de inversión extranjera directa y la inseguridad jurídica y ciudadana que incluso pone en riesgo la dolarización.

El riesgo país y el pago de la deuda pública son otros de los factores que impiden tener un presupuesto financiado. Finalmente, estos temas deben tomarse como un factor para crear responsabilidad en los electores, que sean conscientes de que todo esto es resultado de las malas decisiones tomadas cuando se creyó que el Estado paternalista podía financiar todo sin contar con los ingresos suficientes.

Situación que deben considerar los precandidatos a la Presidencia de la República. Y olvidarse del eslogan «antes estábamos mejor», porque esa es la razón principal de lo que hoy vivimos, debido a que ese bienestar ficticio se lo financió a punta de incrementar deuda pública que hoy bordea los $80 mil millones de dólares y que nos resta capacidad y espacio de maniobra para reactivar la economía.

EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO, MIÉRCOLES 24 DE JULIO DE 2024

Por: Washington Delgado L.

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