El 28 de Mayo de 1944 es una fecha que nos recuerda la inestabilidad política de la vida republicana del Ecuador, tal como la estamos viviendo hoy a 80 años de aquella insurrección, también definida como «revolución» por algunos historiadores.
Lo que nos lleva a examinar críticamente la acción de sus actores y las razones que los llevaron a la inestabilidad democrática desde sus concepciones políticas, personalismos y distanciamiento personales.
Un tanto para entender lo que nos afecta hasta la presente fecha. La Revolución del 28 de mayo de 1944, conocida históricamente como «La Gloriosa» fue uno de los tantos Golpes de Estado del Ecuador que comenzó con el levantamiento popular y que terminó con el derrocamiento del presidente Carlos Arroyo del Río y que permitió luego el ascenso de José María Velasco Ibarra a la Presidencia por segunda ocasión, de las cinco que gobernó.
En cuatro de ellas no concluyó su período por otros golpes de Estado también. Velasco Ibarra asumió la Presidencia de la República el 31 de mayo de 1944, cuando llegó al país desde Colombia donde estuvo esperando el derrocamiento de su antecesor.
Se elaboró una nueva Constitución, la de 1944, pero con tinte marcado de socialista en un ambiente inestable políticamente con el descontento del mismo Velasco y otros políticos, muy parecido al caso actual en que se redactó la Constitución en Montecristi con la vertiente ideológica del socialismo del Siglo XXI y que no ha permitido la unidad del país.
Para superar este problema, los líderes políticos llamaron a una negociación de varios sectores y se elige a Velasco como Presidente para el período 1994-1948, debido a su gran popularidad, pero con la condición de que respetase la nueva carta magna. Contrario a lo esperado, de inmediato Velasco anula la Constitución con la que fue posesionado y se declaró dictador para poder gobernar. Se dicta la Constitución de 1946. Velasco es derrocado en agosto de 1947 sin poder concluir su período presidencial.
Dice Patricio Moncayo en su tesis de Maestría en la FLACSO-Ecuador con el título «28 DE MAYO DE 1944: UNA DEMOCRACIA FALLIDA», que su trabajo «aborda el conflicto entre dos objetivos centrales: la construcción de la democracia y la revolución.
Para ello reconstruye los discursos de los actores involucrados, las tensiones derivadas de proyectos políticos divergentes, la capacidad de los actores para adecuar sus objetivos a las cambiantes circunstancias de cada coyuntura».
Es decir, un escenario muy similar al actual y a los que vivimos de manera permanente en nuestro país hasta la fecha. ¿Hay diferencias con el actual período democrático desde 1979 hasta el 2024? Lamentablemente, el resultado es el mismo, aunque hayan cambiado los personajes y algunas circunstancias diferentes se mantiene la inestabilidad política que afecta la democracia.
Y aunque el presidente Daniel Noboa haya aseverado que hoy se ha recuperado la institucionalidad y que se está viviendo una nueva forma de hacer política, la realidad nos dice lo contrario.
Al punto de que en estos días, como algo inédito, tenemos a la vicepresidenta Verónica Abad ejerciendo una misión diplomática en Israel para lograr la paz entre ese país y Palestina, sin que Noboa se lo haya consultado y sabiendo que muy difícilmente lo pueda lograr.
A partir de allí las acusaciones entre ellos son constantes. Así, a pesar de sus desacuerdos, la vicepresidenta Verónica Abad está a punto de reemplazar al presidente Noboa si éste lanza su candidatura a la reelección presidencial.
El Gobierno dice que está atento a la posibilidad legal de que la Vicepresidencia sea cesada en su cargo porque sería «nefasto para el país, que una persona que no comulga con la visión y las acciones del presidente, asuma el poder», de acuerdo a lo expresado por Esteban Torres, nada menos que el Viceministro de Gobernabilidad.
Verónica Abad, sin embargo, está amparada por el artículo 146 de la Constitución, que en su primer párrafo dice: «En caso de ausencia temporal en la Presidencia de la República, lo reemplazará quien ejerza la vicepresidencia.».
Lo que se deberá cumplir aunque se corra el riesgo de que: «lo primero que hará es revertir todas las victorias que el gobierno ha tenido en la lucha contra la impunidad e inseguridad», como agregó el viceministro Torres. En definitiva son los gajes de nuestra política aún inmadura.
EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO / MARTES 28 DE MAYO DE 2024
Por: Washington Delgado L.
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