Tradicionalmente hemos escuchado la frase: «sé parte de la solución y no del problema». Pero para ser parte de la solución, primero se requiere identificar el problema y sobre todo llegar hasta su raíz y no quedarse en la discusión superficial e inútil sólo mirando las consecuencias.
Por ejemplo, ¿cuál es la raíz de la pobreza en Ecuador? Algunos se quedan en la respuesta de que es el mal reparto de la riqueza, sin profundizar más allá para explicar por qué existe inequidad. O se conforman con las verdades a medias.
Y en otros casos responden en base a los prejuicios políticos y dogmáticos. Sin ver las verdaderas causas que están a la vista y las posibles soluciones también, lo que se llama fanatismo y ceguera dogmática. Si nos proponemos hacer un ejercicio intelectual, podríamos concluir que la pobreza en Ecuador es producto de lo mal administrado que ha sido nuestro país.
Lo que ha provocado en consecuencia una economía sin oportunidades e inequitativa, al no generar el empleo suficiente para que los ingresos familiares les permita ser autosustentables. Y ¿cuál es la causa de la mala administración del país? La respuesta evidente es la inmadurez política que más se ha enfocado en las diferencias que en las coincidencias.
Aquella forma de hacer política en que a pesar de conocer comunitariamente las verdaderas causas del problema de la pobreza mantiene una discusión estéril. Generando la falta de gobernabilidad permanente, que no les permite llegar a los acuerdos mínimos por lo menos. Lo que les impide ponerse de acuerdo en las soluciones, porque cada quien busca imponer sus propios criterios.
Tal como lo estamos experimentando estos días en el distanciamiento Ejecutivo-Legislativo. ¿Pero qué es lo que nos resta luego de esas observaciones? Creo que ahora se trata de tomar esos problemas y estudiarlos más a fondo, primero para no repetirlos y luego para darles la solución aunque no sea nada fácil, por ejemplo cubrir el Presupuesto General del Estado, y con ese financiamiento mejorar la economía nacional, lo que permitiría que el país logre mejorar las oportunidades laborales, mediante el mejoramiento de la salud, la educación, la infraestructura y el resto de servicios públicos que hoy no tienen financiamiento.
Y como decía ayer, ¿seremos capaces de enfrentar la realidad y dejarnos de vivir en la fantasía? Y como decía la semana anterior, ¿seremos capaces de reconocer que no hemos sido disciplinados en el manejo de los recursos naturales y económicos? ¿Porqué en Ecuador no somos capaces de trabajar en conjunto?
Por ejemplo en: 1. Aplicar una rígida disciplina fiscal para reducir el déficit público y la inflación; 2. Reducir los subsidios y dirigir los ahorros y recursos públicos hacia los servicios básicos, como la educación y salud y obra pública; 3. Evitar la evasión de impuestos y ampliar el número de contribuyentes formalizando los negocios; 4. Negociar y aplicar los tratados de comercio con otros países; 5. Mejorar la seguridad jurídica, para hoy combatir la corrupción y la inseguridad ciudadana; Mejorar la eficiencia y eficacia de las empresas públicas.
¿Seremos capaces de trabajar en estas soluciones?
EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO, JUEVES 4 DE JULIO DE 2024 Por Washington Delgado L.
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