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Constitucional y legalmente Daniel Noboa y Verónica Abad deben tener unidad en las políticas de Estado

Pero en el actual período, en la práctica, ese principio no existe. ¿Cuáles son las razones? También en teoría es porque el presidente Noboa no habría hecho una selección de su binomio de acuerdo a principios programáticos, sino para cumplir la disposición de paridad de género y, como algunos opinan, eligió su binomio pensando en que no iba a ganar las elecciones. Como quiera que sea, únicamente queda en la especulación algo tan importante que sólo el presidente deberá conocer con certidumbre.

No obstante, esta falta de concordancia ideológica Noboa-Abad, como en muchas ocasiones y en la actualidad es muy probable en los 17 binomios que están por inscribirse, ha puesto a la Democracia ecuatoriana en vilo una vez más. Al momento existen diversas posiciones sobre lo ineludible que es para el presidente Noboa entregarle el mando presidencial a su vicepresidenta Verónica Abad y no buscar su reemplazo para evitar que al posesionarse modifique sus decisiones tomadas como lo anunció Abad en una radioemisora de Quito.

Constituyendo así un nuevo conflicto a resolver desde lo constitucional y legal. Una de ellas es que tanto el presidente como la vicepresidenta no pueden ser destituidos de sus cargos sino por la Asamblea Nacional como está previsto.

Sin embargo, este conflicto no es del todo nuevo, porque tradicionalmente en Ecuador hemos pasado por momentos especiales que han llevado incluso a pensar si es conveniente que exista el cargo de vicepresidente o vicepresidenta.

Si revisamos las experiencias de los últimos tiempos, es en el Gobierno de Noboa que se rompe el esquema que aplicó Rafael Correa con Lenín Moreno encargándolo del programa de ayudas a personas con discapacidad y Guillermo Lasso encargando a Alfredo Borrero de supervisar la crisis sanitaria. Noboa, quien tenía diferencias con Abad desde la misma campaña electoral, la envió como embajadora de paz a Israel, siendo evidente que es un cargo alejado del país y sin probabilidades ciertas de cumplimiento.

Pero, si revisamos un poco la historia, vemos que en otras ocasiones dos vicepresidentes han sido hasta encarcelados mientras ejercían su cargo: el primero fue Carlos Julio Arosemena Monroy en 1961, acusado de conspirar contra el presidente José María Velasco Ibarra y encarcelado sin juicio previo por orden del presidente, estuvo preso por pocas horas, luego fue liberado por los militares y asumió la presidencia al ser derrocado el presidente Velasco Ibarra. Desde allí se considera que el vicepresidente hasta puede «serruchar el piso al presidente».

El otro terminó siendo Jorge Glas en su segundo período como vicepresidente. Esta vez por corrupción. Preso desde 2017 y cuyo caso hasta la fecha constituye un asunto complicado para la justicia ecuatoriana. Perdió el cargo de vicepresidente por ausencia definitiva al no ejercer el cargo por más de tres meses.

Finalmente, entre los años 1996 y 2005 Ecuador llegó a tener varios casos en que los vicepresidentes estuvieron prestos para reemplazar a quienes los eligieron como su binomio: Rosalía Arteaga reemplazó a Abdalá Bucarám en 1997, aunque apenas estuvo tres días porque la Asamblea Resolvió elegir como Presidente de la República a Fabián Alarcón, presidente del Congreso Nacional. Luego, a Yamil Mahuad lo reemplazó Gustavo Noboa, a Lucio Gutiérrez lo sucedió Alfredo Palacio. Es decir que en 10 años tuvimos 7 presidentes.

Adicionalmente, y como un dato curioso en esta materia, el presidente Lenin Moreno tuvo cuatro vicepresidentes en sus cuatro años de gestión: Jorge Glas, María Alejandra Vicuña, Otto Sonnenholzner y María Alejandra Muñoz.

Queda, entonces, pendiente saber qué va a pasar en la relación Daniel Noboa y Verónica Abad, si Noboa le entrega el poder como ordena la Constitución, pero además si deberá hacerlo desde que inscribe su candidatura o desde que se inicie la campaña electoral, que es otro de los temas que deberá resolver el Tribunal Contencioso Electoral. Algunos han llegado a opinar que como es una reelección luego de la muerte cruzada, deberá renunciar al cargo. En fin, ya sabremos en qué queda todo este embrollo. Y si es necesario mantener el cargo de vicepresidente o vicepresidenta.

EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO, VIERNES 13 DE SEPTIEMBRE DE 2024


Por: Washington Delgado L.

#DanielNoboa #VerónicaAbad #TCE #Constitución

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