Más de 200 policías vivirán en Socio Vivienda

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Más de 200 policías vivirán en Socio Vivienda

En un esfuerzo por recuperar la seguridad y el orden en una de las zonas más conflictivas del noroeste de Guayaquil, el Gobierno Nacional ha iniciado un ambicioso plan que incluye la construcción de un cuartel policial en Socio Vivienda y la reubicación de más de 200 policías en departamentos entregados en comodato por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi). Esta medida forma parte de una estrategia integral para combatir la violencia generada por el crimen organizado en este sector que, desde hace años, ha sido considerado un epicentro del conflicto urbano en Ecuador.


Una respuesta contundente: cuartel policial en Socio Vivienda

El anuncio fue realizado el lunes 9 de junio, cuando el ministro del Interior, John Reimberg, acompañado por el titular del Miduvi, Humberto Plaza, y el comandante general de la Policía Nacional, Pablo Dávila, recorrieron el área de Socio Vivienda, un conjunto habitacional golpeado por el crimen, la pobreza y el abandono estatal.

Durante esta visita, se formalizó la entrega en comodato de tres bloques de departamentos que servirán como residencia para más de 200 agentes policiales. Esta medida no solo busca garantizar una presencia permanente de las fuerzas del orden en la zona, sino también integrar a los uniformados como parte de la comunidad, generando confianza y vigilancia constante.


El cuartel policial en Socio Vivienda ocupará seis hectáreas

Uno de los anuncios más relevantes fue la confirmación de que el nuevo cuartel policial en Socio Vivienda se construirá sobre un terreno de aproximadamente 80 hectáreas pertenecientes al Miduvi, de las cuales seis hectáreas serán destinadas exclusivamente a las instalaciones policiales.

El diseño de este cuartel ya se encuentra en marcha, según detalló Plaza, aunque aún no se ha fijado una fecha oficial para el inicio de las obras. Este cuartel tendrá capacidad para albergar unidades tácticas, áreas administrativas, dormitorios, zonas de entrenamiento y espacios logísticos, permitiendo una respuesta rápida y coordinada ante cualquier incidente en la zona.


Socio Vivienda: entre el abandono y la esperanza

Desde su creación hace más de 15 años, Socio Vivienda ha sido el rostro de un urbanismo fallido: un proyecto que prometía hogares dignos para miles de familias de escasos recursos, pero que terminó convirtiéndose en una zona sin ley, controlada por bandas criminales, con altísimos índices de extorsión, asesinatos, tráfico de drogas y desplazamientos forzados.

Según el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), más de 25.000 personas habitan actualmente en Socio Vivienda 1, 2 y 3, siendo la segunda etapa la más extensa y también la más violenta. Sin embargo, las cifras reales podrían ser menores, ya que muchas familias han tenido que huir por amenazas directas o violencia generalizada.

La violencia alcanzó su punto más crítico en marzo pasado, cuando se registró la peor masacre no carcelaria de la historia reciente del país en este sector, lo que generó una respuesta urgente del Gobierno y presionó para una intervención estructural.


Sueño Guayaquileño: una oportunidad de transformación

Los departamentos donde residirán los policías forman parte del proyecto habitacional Sueño Guayaquileño, inaugurado en febrero de 2025 por el presidente Daniel Noboa. Este complejo está ubicado muy cerca de Socio Vivienda 3, y en su momento se anunció que albergaría a unas 2.600 personas.

Ahora, la integración de agentes del orden a este conjunto habitacional le otorga una nueva dimensión al proyecto, transformándolo en un modelo de seguridad comunitaria donde la convivencia entre civiles y policías podría sentar las bases para una verdadera pacificación del sector.


La estrategia del Gobierno: recuperar el control del territorio

La decisión de levantar un cuartel policial en Socio Vivienda no es aislada. Forma parte de un plan mayor impulsado por el Gobierno de Noboa para recuperar territorios controlados por el crimen organizado, reducir los homicidios y extorsiones, y devolver a los ciudadanos su derecho a vivir en paz.

A diferencia de anteriores medidas de corto plazo, esta intervención se plantea como una presencia estatal permanente, con infraestructura adecuada, personal capacitado y programas sociales complementarios. La meta es que los policías vivan, patrullen y se integren a la comunidad para garantizar resultados sostenibles a largo plazo.


Impacto esperado: más seguridad, menos miedo

La construcción del cuartel policial en Socio Vivienda representa una esperanza tangible para miles de familias que han vivido durante años en medio del temor. La permanencia de más de 200 policías no solo fortalecerá la vigilancia, sino que también reducirá los tiempos de respuesta ante emergencias, disuadirá a los grupos criminales y permitirá implementar programas de prevención de violencia.

Además, la medida podría motivar el regreso de familias desplazadas, reactivar la economía local e impulsar procesos de rehabilitación urbana que, durante años, han sido postergados por la inseguridad.


Desafíos persistentes y compromiso del Estado

No obstante, el camino no será fácil. La presencia de grupos armados organizados, la falta de oportunidades económicas y la desconfianza ciudadana siguen siendo desafíos significativos. Pero con decisiones firmes como la instalación del cuartel policial en Socio Vivienda, el Estado envía un mensaje claro: el control no lo tendrán los criminales, sino la ley y la ciudadanía.

El Gobierno ha manifestado que este esfuerzo no se limitará a lo policial. Vendrá acompañado de proyectos sociales, educativos y laborales para brindar alternativas a los jóvenes y frenar el reclutamiento por parte de bandas delictivas.