El exvicepresidente Jorge Glas ha vuelto a ocupar los titulares tras su retorno a la cárcel de máxima seguridad La Roca, ubicada en Guayaquil, donde actualmente también se encuentra recluido José Adolfo Macías, alias ‘Fito’, uno de los cabecillas más peligrosos del crimen organizado en Ecuador. Esta decisión, adoptada luego de su sentencia a 13 años de prisión por el caso Reconstrucción de Manabí, ha desatado un fuerte debate legal y político en el país.
Una condena que marca un nuevo capítulo judicial
El caso Reconstrucción de Manabí, que involucra presuntos actos de corrupción en el manejo de fondos destinados a la reconstrucción tras el terremoto de 2016, culminó con la sentencia contra Glas, exfuncionario de alto rango durante el gobierno de Rafael Correa. La condena de 13 años de prisión fue dictada tras una serie de audiencias en Quito, donde la Fiscalía General del Estado presentó pruebas de una supuesta red de desvío de recursos públicos.
Durante este proceso judicial, Jorge Glas fue trasladado temporalmente a la Cárcel 4 en Quito, con el objetivo de garantizar su participación presencial en las audiencias. Sin embargo, una vez concluido el juicio y tras una evaluación psiquiátrica ordenada por el tribunal, se determinó que debía retornar a su lugar original de reclusión: el Centro de Privación de Libertad La Roca.
La Roca: el penal más seguro y temido del Ecuador
La cárcel La Roca es reconocida como una de las más seguras y restrictivas del país. Construida para albergar a los reclusos más peligrosos y de alto perfil, el penal cuenta con estrictos protocolos de seguridad, aislamiento casi total y vigilancia permanente. Su infraestructura fue diseñada para evitar fugas y minimizar el contacto entre los internos, lo que ha sido objeto de preocupación por parte de organismos de derechos humanos.
En este mismo recinto se encuentra alias ‘Fito’, líder de la organización criminal Los Choneros, quien recientemente fue recapturado en Manabí tras su fuga. La presencia de un personaje de tal peligrosidad en el mismo centro ha sido una de las principales razones por las que la defensa de Jorge Glas ha manifestado su preocupación.
Defensa legal y pronunciamiento internacional
La abogada de Glas, Sonia Vera, ha denunciado públicamente que el retorno de su defendido a La Roca constituye una violación directa a las medidas cautelares ampliadas otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Según su criterio, estas medidas pretendían preservar la vida e integridad personal de Jorge Glas, derechos que, asegura, estarían en riesgo en ese centro penitenciario.
La defensa ha argumentado además que La Roca no cuenta con las condiciones médicas ni psicológicas necesarias para atender al exvicepresidente, quien ha reportado problemas de salud en repetidas ocasiones. En ese sentido, se ha solicitado la reubicación inmediata de Glas a un centro que garantice su bienestar físico y mental.
El pronunciamiento del SNAI
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) ha respondido que el regreso de Jorge Glas a La Roca no constituye un nuevo traslado, sino el cumplimiento del protocolo judicial posterior a su participación en el juicio. Según el SNAI, el exvicepresidente ya se encontraba recluido en La Roca antes de su proceso en Quito, y solo abandonó temporalmente el penal para atender las diligencias judiciales.
Asimismo, la entidad señaló que el retorno al centro de máxima seguridad fue dispuesto por orden judicial tras el análisis psiquiátrico, lo cual respalda su permanencia en ese lugar.
Reacciones políticas y sociales
El regreso de Jorge Glas a La Roca ha generado fuertes reacciones dentro del escenario político ecuatoriano. Mientras algunos sectores celebran la decisión como una muestra de que la justicia avanza sin privilegios, otros han señalado que existe una persecución política contra exfuncionarios del correísmo.
Organizaciones civiles y defensoras de derechos humanos han solicitado a las autoridades que se garantice la seguridad de todos los privados de libertad, sin distinción de su historial político o su condición pública. También han pedido transparencia en los protocolos penitenciarios y vigilancia por parte de entes internacionales.
La conexión Glas – Fito: ¿riesgo compartido?
La presencia simultánea de Jorge Glas y alias ‘Fito’ en el mismo centro penitenciario ha desatado alarmas. Aunque las autoridades aseguran que ambos internos se encuentran en regímenes completamente separados y con nulo contacto entre ellos, la percepción de riesgo persiste.
‘Fito’, líder de Los Choneros, es considerado una figura clave en el entramado del narcotráfico y crimen organizado en Ecuador. Su reingreso a La Roca se dio tras una intensa operación de recaptura, en la que se evidenció el alto grado de influencia que aún mantiene dentro y fuera de las cárceles del país.
Ante este panorama, la convivencia en un mismo recinto ha sido calificada como altamente delicada, y se ha exigido una evaluación urgente de los protocolos de seguridad aplicables.
El exvicepresidente Jorge Glas fue trasladado nuevamente a la cárcel La Roca en Guayaquil, tras recibir una condena de 13 años por peculado en el caso Reconstrucción de Manabí.
— Radio Forever (@925forever) July 1, 2025
Su abogada, Sonia Vera García, calificó la medida como un grave riesgo para su seguridad, argumentando… pic.twitter.com/s1nJubSYce