El presidente de la República, Daniel Noboa, accionó un botón y sonó una sirena. Con ese acto simbólico dio inicio a los trabajos de construcción del nuevo centro de privación de libertad de Santa Elena, la mañana del 21 de junio de 2024.
La ceremonia de inicio de obra se realizó en una cancha de fútbol de la comuna Juntas del Pacífico, parroquia Simón Bolívar, en la provincia de Santa Elena. El acto se realizó a unos cinco kilómetros del punto interno en el monte, donde se construirá la cárcel.
Previamente, Noboa dijo que su esposa y él están pasando por un momento difícil, refiriéndose al fallecimiento de su suegro, Furio Valbonesi, por quien pidió un minuto de silencio.
«Sin embargo, desde el momento en que decidí servir a nuestro país, entendí que mi compromiso con ustedes y con nuestra misión deben prevalecer, a pesar de las circunstancias difíciles que se presenten», dijo. El acto estuvo matizado por la protesta de comuneros, alejados a 500 metros, que siguieron la ceremonia desde lo alto de un cerro portando pancartas al grito de: “No queremos cárcel”.
Daniel Noboa se refirió a presuntas acusaciones de asambleístas
Durante su intervención, Noboa ratificó su lucha contra la corrupción y el crimen organizado. En un tono desafiante, respondió a sus críticos que, supuestamente, han puesto en entredicho su capacidad mental: «Soy loco por querer servir a mi país, soy loco por impedir que continúe la corrupción en Ecuador. Soy loco porque quiero darle oportunidad a nuestros jóvenes que están desempleados y que están sin oportunidad de estudiar.»
E insistió: «Dicen que soy loco también porque arriesgo mi vida todos los días». En un ataque directo a lo que denominó el «viejo Ecuador», Noboa denunció la corrupción y el supuesto involucramiento de dirigentes políticos con el narcotráfico.
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