La Comisión Ocasional de la Asamblea que investiga el asesinato de Fernando Villavicencio concluye en un informe borrador, que será conocido la tarde de este jueves 13 de junio, que el crimen tiene connotaciones políticas.
«Villavicencio fue un blanco de la delincuencia política, no para la delincuencia común. Su asesinato debe investigarse y recordarse como un crimen político en el marco de la guerra que libra la sociedad ecuatoriana con las mafias y las organizaciones criminales», reseña el texto en su página 96.
El documento explica que Fernando Villavicencio generaba «incomodidad en ciertos sectores» por sus investigaciones periodísticas como Arroz Verde o también bautizado por Fiscalía como caso Sobornos, las coimas de la petrolera internacional Gunvor, «la red de corrupción de Xavier y Daniel Salcedo junto con decenas de proveedores».
Acusaciones de complicidad para actuar contra Villavicencio salpican a Boscán
En el acápite 6.2 se asegura que existieron funcionarios públicos, políticos y periodistas que coordinaron ataques y búsqueda de información personal de Villavicencio.
Entre ellos, se salpica al periodista Andersson Boscán, de quien aseguran «acordó con Leandro Norero ocultar información a Fernando Villavicencio en la investigación que llevaba a cabo en la Comisión de Fiscalización, como consta en el proceso del caso Metástasis».
También se señala a funcionarios del ECU 911 de entregar la ubicación de Villavicencio; a Xavier Jordán de reportar a Leandro Norero «las gestiones de Ronny Aleaga para desprestigiar a Villavicencio y separarlo de sus funciones a través de una sanción en la Asamblea Nacional».
Y a Helive Angulo, abogado de Norero y procesado en el caso Metástasis, de enviar información sobre la dirección de residencia e identidad de las personas del círculo familiar de Villavicencio.
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