Terremoto en Birmania

Terremoto en Birmania de 7,7 grados deja más de 2.000 muertos

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Terremoto en Birmania de 7,7 grados deja más de 2.000 muertos

Terremoto en Birmania

El terremoto de magnitud 7,7 que sacudió Birmania el pasado viernes ha dejado un saldo devastador de más de 2.000 fallecidos y 3.900 heridos, según informes de la junta militar y de la oposición prodemocrática del país. La tragedia ha afectado principalmente a las regiones del centro-norte del país, donde se han registrado los mayores daños estructurales y pérdidas humanas.

Impacto del terremoto en Birmania

El epicentro del terremoto se localizó en la región de Mandalay, una de las más pobladas de Birmania, provocando derrumbes masivos, cortes de energía y la destrucción de infraestructuras clave. La magnitud del sismo, junto con la precaria calidad de las construcciones en muchas zonas afectadas, ha incrementado el número de víctimas.

Las autoridades han informado que el movimiento telúrico también ha generado deslizamientos de tierra en áreas rurales, dificultando el acceso de los equipos de rescate y aumentando el número de desaparecidos.

Número de víctimas y desaparecidos

El portavoz de la junta militar birmana, Zaw Min Tun, confirmó que hasta la fecha se han contabilizado 2.056 fallecidos y más de 3.900 heridos. Sin embargo, el Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que se opone al régimen militar, reportó un número aún mayor de víctimas, elevando la cifra de fallecidos a 2.418 y advirtiendo que muchas personas continúan desaparecidas.

Las cifras oficiales han sido recopiladas por diversas fuentes, incluyendo organismos locales de rescate, ONGs internacionales y la población civil, que ha sido testigo de la devastación en sus comunidades.

Destrucción de infraestructuras y crisis humanitaria

El terremoto ha destruido miles de viviendas, hospitales y escuelas, dejando a miles de personas sin hogar y sin acceso a servicios básicos. Entre las infraestructuras más afectadas se encuentran:

  • Edificios gubernamentales en la capital, Naypyidaw, que sufrieron daños estructurales graves.
  • Hospitales y centros de salud colapsados, lo que ha dificultado la atención médica de los heridos.
  • Carreteras y puentes destruidos, impidiendo el transporte de suministros y la llegada de ayuda humanitaria.
  • Templos y monumentos históricos, símbolos culturales del país, que han quedado reducidos a escombros.

La falta de acceso a agua potable y alimentos ha generado una crisis humanitaria sin precedentes, con miles de personas desplazadas en busca de refugio y asistencia.

Respuesta del gobierno y organismos internacionales

El gobierno militar ha desplegado tropas y equipos de emergencia en las áreas más afectadas, pero la respuesta ha sido considerada insuficiente por la comunidad internacional. Organismos como la ONU, Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras han solicitado permiso para ingresar al país y brindar asistencia, mientras que algunos países vecinos, como Tailandia e India, han ofrecido ayuda humanitaria.

El Gobierno de Unidad Nacional (NUG) ha denunciado que la junta militar está bloqueando parte de la ayuda internacional y ha instado a la comunidad global a presionar por una intervención humanitaria más efectiva.

Réplicas y riesgo de nuevos sismos

Expertos en sismología han advertido que el país podría enfrentar réplicas de gran intensidad en los próximos días, lo que aumenta el temor entre la población y complica aún más los esfuerzos de rescate. La inestabilidad del terreno ha incrementado el riesgo de derrumbes adicionales y deslizamientos de tierra, poniendo en peligro a miles de personas.

Impacto en la economía y en la estabilidad política

La tragedia ocurre en un momento de alta inestabilidad política en Birmania, donde el país atraviesa un conflicto interno desde el golpe militar de 2021. La falta de coordinación entre las autoridades y los grupos de oposición ha dificultado la distribución de ayuda, exacerbando el sufrimiento de los afectados.

Desde el punto de vista económico, el terremoto ha paralizado sectores clave, como la agricultura y el comercio, afectando la producción y el abastecimiento de bienes esenciales. Se prevé que el país enfrente una crisis económica prolongada, con impactos negativos en el empleo y la seguridad alimentaria.

Solidaridad y esfuerzos de reconstrucción

A pesar de las dificultades, diversas organizaciones locales han puesto en marcha iniciativas de solidaridad y reconstrucción. La población civil se ha organizado para proporcionar ayuda a los damnificados, recolectando alimentos, medicinas y ropa para los afectados.

Se espera que, en las próximas semanas, las labores de reconstrucción se intensifiquen, aunque la falta de recursos y la inestabilidad política representan desafíos significativos para la recuperación del país.