El FBI investiga un “intento de asesinato” contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, el segundo en solo dos meses. Esta vez, en su club de golf en West Palm Beach, en el Estado de Florida, donde un agente del Servicio Secreto vio asomar el cañón de un rifle AK-47 oculto entre los arbustos tras la valla de seguridad y abrió fuego. El candidato presidencial regresó a su residencia de Mar-a-Lago y se encuentra a salvo. Un sospechoso ha sido detenido e identificado en los medios como Ryan Routh, de 58 años. La policía ha localizado el arma de fuego y dos mochilas en los arbustos.
El incidente ha motivado la enérgica condena de la Casa Blanca, donde tanto el presidente Joe Biden como la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, han emitido sendos comunicados en los que expresan su alegría porque Trump se encuentre a salvo e insisten en que la violencia política no tiene sitio en Estados Unidos. Ambos han asegurado que el FBI tendrá “todos los medios, capacidades y medidas protectoras necesarias” para cumplir su misión de protección. Harris también matiza que todos deben poner de su parte para garantizar que el incidente no lleve a más violencia.
El FBI trata de establecer el motivo del supuesto intento de asesinato. Otra incógnita es cómo fue posible que el sospechoso llegase tan cerca del expresidente, cuya seguridad ha quedado reforzada tras el primer atentado en un mitin en Pensilvania en julio. El incidente introduce un nuevo factor de incertidumbre en la accidentada campaña electoral estadounidense, a apenas 50 días para unos comicios presidenciales que prometen unos resultados muy ajustados entre Trump y Harris. Las encuestas arrojan un empate técnico entre ambos, aunque los sondeos adjudican una ligera ventaja a la demócrata.
En el momento del incidente, Trump se encontraba jugando al golf, en un día de descanso alejado de la campaña electoral. Mientras inspeccionaba el hoyo a donde iba a acercarse el expresidente, uno de los agentes de su escolta del Servicio Secreto vio sobresalir el cañón del rifle entre los arbustos que rodean el campo. Los agentes dispararon al menos cuatro rondas de munición, según ha informado el FBI, mientras el sospechoso se daba a la fuga en un vehículo. Hasta el momento no se ha esclarecido si el presunto atacante llegó a abrir fuego en algún momento.
El sheriff del condado de Palm Beach, Rick Bradshaw, ha explicado en una rueda de prensa que la primera llamada de alerta se recibió en torno a las 13.30, hora local (19.30, hora peninsular española), con el aviso de que se había producido un tiroteo. El área quedó inmediatamente acordonada.
“Afortunadamente, un testigo presencial vio a una persona darse a la fuga en un vehículo deportivo utilitario Nissan negro. Realizó una fotografía del vehículo en la que se veía la matrícula. Eso fue de gran ayuda”, ha explicado Bradshaw, en una rueda de prensa conjunta con responsables del FBI.
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