Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha anunciado este domingo una investigación independiente para determinar qué ocurrió durante el atentado de ayer en Butler (Pensilvania) contra Donald Trump.
El mandatario ha instado también a la ciudadanía a no sacar conclusiones apresuradas sobre lo ocurrido y dejar trabajar al FBI. “Un intento de asesinato es contrario a todo lo que defendemos como nación”, ha declarado en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca.
“La unidad es el objetivo más difícil de alcanzar, pero nada es más importante ahora”. La víctima mortal ha sido identificada como Corey Comperatore, un jefe de bomberos, casado y padre de dos hijas que acababa de cumplir 50 años y que acudió al mitin para escuchar al expresidente, de quien era partidario, según ha confirmado el gobernador del Estado, Josh Shapiro. “Murió como un héroe, se lanzó a proteger a su familia”, ha contado Shapiro.
Otras dos personas resultaron heridas y Trump salió del acto con el rostro ensangrentado, después de que una bala le alcanzara la oreja. El tirador, al que abatieron los servicios de seguridad, es Thomas Matthew Crooks, un hombre de 20 años sin antecedentes penales y residente en Bethel Park, Pensilvania.
El FBI, que cree que actuó solo aunque no descarta que haya habido “algún co-conspirador”, busca aclarar su motivación y cómo pudo conseguir un rifle semiautomático. El servicio secreto ha informado de que “realizó múltiples disparos desde fuera del recinto”.
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