Tal como lo ha informado el ministro del Interior, John Reimberg, ayer en entrevista en Teleamazonas, la situación de alarma y la declaración de alerta máxima tendría razones de mayor peso y sería mucho más preocupante de lo que ayer tratamos, que dejaría sin piso la opinión de alguno que otro analista que le parecía que se trataba de una posible exageración; ante cuya posición nosotros planteamos, sin embargo, tener en cuenta, porque más vale prevenir en estos casos que lamentar, por prudencia.
El ministro Reimberg, en la mencionada entrevista, dijo textualmente que la situación es «una amenaza bastante preocupante” a partir de “bastante información clasificada que estamos manejando», y que además de un intento de ataque al presidente Daniel Noboa por parte de sicarios extranjeros, existe la planificación de atentados contra puentes, instituciones bancarias y sedes gubernamentales, además del «calentamiento de las calles».
Obviamente, al ser esta información tan seria, no debería existir la mínima posibilidad de que los funcionarios del Gobierno y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, así como las instituciones de inteligencia militar, de inteligencia policial y de inteligencia estratégica del gobierno nacional, que están dando seguimiento a las amenazas, se puedan prestar para el uso de información tan delicada con fines que no sean realmente los necesarios y ajustados a la verdad. En otras palabras, se trata de un tema muy serio que la ciudadanía en base a la confianza necesaria en las autoridades debe estar a la expectativa y no caer precipitadamente en otro tipo de especulaciones ni conjeturas erradas.
Es más, el ministro Reimberg compartió otra información que refuerza seguramente el malestar de las bandas organizadas que se acostumbraron a delinquir sin mayor oposición de las fuerzas del orden, al conocerse que se procederá a firmar dos acuerdos con agencias de los Estados Unidos para fortalecer aún más el control del narcotráfico en las fronteras ecuatorianas. En la que participarán las Fuerzas Armadas (FF. AA.), la Policía Nacional y la Aduana del Ecuador, junto con personal estadounidense.
Es cierto que al momento resta conocer más detalles, pero según el ministro Reimberg estos dos acuerdos de cooperación tienen como objetivo «debilitar las estructuras económicas y la minería ilegal, que son fuentes de ingresos de estas mafias”, e informó sobre operativos especiales en municipios de la Costa, donde se concentra la mayor presencia de grupos criminales, y se intensificarán los controles en los ejes viales.
Es decir, que de darse los resultados propuestos y llevándolos adecuadamente, sería un avance mucho más significativo y ojalá definitivo, y que obviamente es de esperar una reacción mayor de las bandas organizadas difícilmente dispuestas a perder su posición de dominio en determinadas zonas geográficas de nuestro país. Más cuando una mayoría de ciudadanos optaron por reelegir a Daniel Noboa, quien ha ratificado no dar cuartel a las mafias y más con los acuerdos que seguramente fueron negociados previamente con Donald Trump en la visita que le hiciera personalmente y cuya concreción seguramente estaba supeditada a su reelección, dato que debe ser también del conocimiento de los violentos, de allí su reacción. Pero, quizá en orden a la razón, nos queda pendiente estar atentos a quiénes podrían mantener la colaboración, consciente o no, voluntaria o no, con esa reacción agresiva como se espera de las bandas organizadas, ya sea mediante el calentamiento de las calles, o manteniendo la incertidumbre política al dar prioridad a sus propios intereses sobre los de la nación.
Es de esperar, entonces, que toda la ciudadanía esté atenta para determinar definitivamente quiénes están con la Patria.
EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO
@925forever, MARTES 22 DE ABRIL DE 2025 Por Washington Delgado L.