Y lastimosamente por la banalización política como se lo hace en nuestro país desde un tiempo a la actualidad; porque aún no imperan los valores, ideas y programas, sino lo que dice el caudillo causante de los problemas que enfrenta actualmente el Ecuador; por lo que mesiánicamente le obsequió a cambio de pobreza, desempleo e inseguridad.
Es decir, cuando no ha habido espacio y no se le ha permitido gobernar en consenso al líder estadista, republicano y democrático, que habla con la verdad por valores, ideas y programas. Dice la teoría política, que en democracia es el pueblo soberano quien decide su futuro a través del voto, como expresión de su propia voluntad. Pero en los tiempos actuales y hace mucho tiempo en Ecuador, lamentablemente, esa voluntad es manipulada por la simpatía del caudillo.
Principio que en esta segunda vuelta, ante la pequeña diferencia que existe entre Daniel Noboa (44,17%) y Luisa Gonzalez (44,00%) como finalistas, la pregunta es si ¿los votantes que optaron por las otras 14 candidaturas seguirán la guía de sus candidatos?
O por el fondo de las propuestas de ambos candidatos, si por Daniel Noboa que presenta una alternativa al socialismo del siglo XXI que promueve la candidatura de Luisa González. Un tema irrefutable, más allá de lo que pueda decir o modificar la candidata de Rafael Correa. Pero adicionalmente a que el voto no se endosa, sí puede ser guiado y manipulado por quienes ofrecen el facilismo para solucionar los graves problemas que enfrenta nuestro país, y es lo que se debe tener en cuenta, cuando la mayoría de quienes optaron por Luisa González no lo hicieron por ella y sus méritos, sino por los de Rafael Correa; ya sea para bien o para mal. Cuando el caudillo apadrina a quien continuará la aplicación de su personal idea y carisma.
Tal como dice Marcos Novaro, en su libro «Manual del Votante Perplejo»: «Porque ahora, o desde hace un tiempo —tiempo que a veces se cuenta en años y otras veces en décadas—, fruto de la televisión y la expansión del poder de las imágenes y cosas por el estilo, con la consecuente banalización de los contenidos de los debates y de la competencia política, se elige solo sonrisas y gestos, figuras vacías».
Textualmente el ideario de Revolución Ciudadana propone la Soberanía económica, como la «Consolidación de las capacidades estatales para planificar, regular, redistribuir, fomentar, invertir, gestionar y dirigir los sectores de la economía, así como regular los mercados». Para lo que en Planificación y Regulación, propone que: «El Estado debe tener la capacidad de planificar, regular, redistribuir, fomentar, invertir, gestionar y dirigir los sectores de la economía, asegurando que el mercado funcione al servicio de la soberanía económica y el buen vivir».
En esta campaña, por ejemplo, luego de la primera vuelta el riesgo país sigue incrementándose, hoy está en 1.503 puntos, según el Banco Central del Ecuador. Es decir, 600 puntos más que los 903 del día anterior a las elecciones del 9 de febrero. Recordemos que por cada 100 puntos de riesgo país, se paga 1% más de intereses por la deuda pública. Diario Expreso de Guayaquil informa que la candidata González anunci De otro lado, existe la opción de reconocer el derecho individual de aprovechar la oportunidad que el Estado provea para emprender sus propias soluciones personales de desarrollo personal y económica, lo que es fundamental para superar de manera general el bien común con más empleo y seguridad. El Estado en todos los países desarrollados es un facilitador de libertades civiles y económicas.
Los electores tendrán que ir clarificando más profundamente este tipo de idearios de quienes están llamados a provocar el desarrollo verdaderamente sustentable en el tiempo.
Tener presente que los orígenes de la inseguridad y el desempleo son efectos y no causas por las malas decisiones centralizadas y planificadas desde el Estado en administración política y económica que afecta lo social.
La clave, entonces, de un verdadero futuro soberano y democrático es decidir por ideas, valores y programas como se debería hacer siempre, si los partidos y movimientos políticos fueran poseedores y promotores de esos tres componentes. Donde la contienda política tiene contenido sustantivo.
Como expresión de la voluntad popular, la teoría política dice que en democracia, es el pueblo soberano quien decide su futuro a través del voto. Pero en los tiempos actuales y hace mucho tiempo en Ecuador, lamentablemente, no se vota por valores, ideas y programas, sino por la simpatía del caudillo. Lo que no asegura un futuro adecuado a los verdaderos intereses de las mayorías que ingenuamente siguen creyendo en promesas mesiánicas.
EDITORIAL DE 92.5 FOREVER RADIO, LUNES 10 DE MARZO DE 2025
Por Washington Delgado L.